Daily Word of Encouragement 5.24.25 - Kelsey Thomas
A Study in 1 Samuel - 1 Samuel 24 - May 24, 2025
Have you ever had an experience in which someone greatly wronged you, and you desired revenge?
At this point in our reading, David is on the run from Saul, who is trying to kill him. In this chapter, things take an unexpected turn. As David and his men are resting in the back of a cave, Saul also decides to take a pit stop and wanders into the same cave that David and his men are in. Although Saul is unaware of the men's presence, David's friends believe that the Lord has given David this opportunity to do what he wants with Saul.
With further reading in the text, it seems that David's men may have been more than just making a statement but actually telling David that he should kill him, as David says to Saul in verse 10, "Some told me to kill you." David was faced with deciding what he was going to do with Saul. He could leave him alone, keep hiding, make his presence known peacefully, or attack his unsuspecting pursuer. At this moment, I imagine David's men leaning in, waiting to see just what kind of move David would make because if he decided to attack Saul, as it seemed like they wanted, they would most likely spring to action in assistance. Even in the face of pressure from his friends, David decided to show mercy. Have you ever had someone tell you that getting revenge was justified or the correct response?
Instead, David creeps up behind Saul and cuts off a corner of his robe, which seems harmless. Immediately, David's heart is struck because he did this, and he knows that the Lord does not want him to put his hands on Saul because he is anointed by God. It seems as though cutting off a corner of Saul's robe was David's way of testing the waters to know what he should do. In response to his heart being struck, we read that David did not permit his men to attack Saul. Even with pressure from his men, David followed the Lord and respected the one the Lord had put into power.
David runs after Saul and shows him the corner of his robe, telling him how he could have harmed him but instead showed him mercy. He also uses this evidence to convince Saul that he has not sinned against him and that Saul had no reason to be hunting him down. Saul's response to David is one of realization of the mercy that has been shown to him despite his wickedness. He weeps. Then, he blesses David, acknowledges him as the future king, and asks him to save him and his family. David promises this to Saul, and they separate peacefully.
How David handled this situation is an example of a response full of grace and forgiveness, even in the face of pressure from his friends. This embodies Jesus' command in Matthew 5 to love our enemies. This passage also shows us that our mercy and forgiveness can cause others to recognize their wickedness and repent as Saul did. Our kindness can lead others to repentance just as Jesus' kindness leads many to repentance (Romans 2:4). Today, let our hearts reflect Christ and be filled with compassion to show mercy to those who may hurt us.
-Kelsey Thomas
Palabra diaria de aliento basada en la lectura de hoy
Un estudio de 1 Samuel - 1 Samuel 24 - 24 de mayo de 2025
¿Alguna vez has tenido una experiencia en la que alguien te ha hecho mucho daño y has deseado vengarte?
En este punto de nuestra lectura, David está huyendo de Saúl, que intenta matarlo. En este capítulo, las cosas dan un giro inesperado. Mientras David y sus hombres descansan en el fondo de una cueva, Saúl también decide hacer una parada y entra en la misma cueva en la que se encuentran David y sus hombres. Aunque Saúl no se da cuenta de la presencia de los hombres, los amigos de David creen que el Señor le ha dado a David esta oportunidad para hacer lo que quiera con Saúl.
Al seguir leyendo el texto, parece que los hombres de David no solo estaban haciendo una declaración, sino que en realidad le estaban diciendo a David que debía matarlo, como David le dice a Saúl en el versículo 10: «Algunos me han dicho que te mate». David se enfrentaba a la decisión de qué hacer con Saúl. Podía dejarlo en paz, seguir escondiéndose, dar a conocer su presencia pacíficamente o atacar a su perseguidor desprevenido. En ese momento, me imagino a los hombres de David inclinándose, esperando a ver qué decisión tomaba David, porque si decidía atacar a Saúl, como parecía que ellos querían, lo más probable es que entraran en acción para ayudarlo. Incluso ante la presión de sus amigos, David decidió mostrar misericordia. ¿Alguna vez alguien te ha dicho que vengarte era lo correcto o la respuesta adecuada?
En cambio, David se acerca sigilosamente por detrás de Saúl y le corta una esquina de su manto, lo que parece inofensivo. Inmediatamente, el corazón de David se conmueve por haberlo hecho, y sabe que el Señor no quiere que le ponga la mano encima a Saúl porque es ungido por Dios. Parece que cortar un pedazo del manto de Saúl fue la forma que tuvo David de tantear el terreno para saber qué debía hacer. En respuesta a la punzada en su corazón, leemos que David no permitió a sus hombres atacar a Saúl. A pesar de la presión de sus hombres, David siguió al Señor y respetó a quien el Señor había puesto en el poder.
David corre tras Saúl y le muestra el borde de su manto, diciéndole que podría haberle hecho daño, pero que en cambio le ha mostrado misericordia. También utiliza esta prueba para convencer a Saúl de que no ha pecado contra él y que Saúl no tiene motivos para perseguirlo. La respuesta de Saúl a David es una toma de conciencia de la misericordia que se le ha mostrado a pesar de su maldad. Llora. Luego, bendice a David, lo reconoce como el futuro rey y le pide que lo salve a él y a su familia. David se lo promete a Saúl y se separan en paz.
La forma en que David manejó esta situación es un ejemplo de una respuesta llena de gracia y perdón, incluso ante la presión de sus amigos. Esto encarna el mandato de Jesús en Mateo 5 de amar a nuestros enemigos. Este pasaje también nos muestra que nuestra misericordia y perdón pueden hacer que otros reconozcan su maldad y se arrepientan como lo hizo Saúl. Nuestra bondad puede llevar a otros al arrepentimiento, al igual que la bondad de Jesús lleva a muchos al arrepentimiento (Romanos 2:4). Hoy, dejemos que nuestros corazones reflejen a Cristo y se llenen de compasión para mostrar misericordia a aquellos que nos hacen daño.
-Kelsey Thomas