Daily Word of Encouragement 7.17.25 - Gary Wilson

Identity in Christ - Ephesians 2:10 - July 17, 2025 

Ephesians 2:10 For we are his workmanship, created in Christ Jesus for good works, which God prepared beforehand, that we should walk in them. 

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This verse should evoke a rich mental image for any believer who has worked hard to create high-quality art or a highly detailed product. It's that word 'workmanship' that underscores the concept of 'richly detailed', perhaps even an 'ongoing effort' in forming and polishing a final product. 

To a Christian, being God's workmanship speaks to our being like a sculpture, a piece of music, a painting, or ornate furniture. Some of you might envision a precise tool. Those of us who create these devotions might aspire to creating inspiring essays as our 'workmanship'. 

We can't read very far into Genesis without being reminded that even our original conception in our mother's womb – we were created in God's image and were pleasing to God because we spiritually look like our creator. His fingerprints are all over us – rendering us distinct across the landscape of all his creations. 

At the moment of our creation, we began an intricate and distinct dance with both the Holy Spirit and our own to grow into the person who today sits on the other side of my keyboard reading this essay. As Christians, we're always trying to work out the details of who we are in Christ, where we're at as compared to where he wants us to be. Daily, even hourly, he's adjusting the circumstances of our lives and the challenges we are presented to integrate our efforts in discovering and doing his will. 

He has a maturing plan that lays out what we need to learn, do, or stop doing, who he wants us to touch, and the actions we should take to progress in building the kingdom of God. It's not always easy to discern God's will, but it's always strikingly holy – if we just pay attention, look closely enough, and cooperate with it. 

God is still creating us in his image. We really are a work-in-progress. You need only look around to see that God has created a lot of static art, but we are not among them. Our sanctification - our polishing - is a constant journey of amazing discovery, discipline, and growth. As his workmanship, we–yes, even you, are a moving masterpiece. 

Palabra diaria de aliento basada en la lectura de hoy     

Identidad en Cristo - Efesios 2:10 - 17 de julio de 2025 

Efesios 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. 

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Este versículo debería evocar una rica imagen mental a cualquier creyente que haya trabajado duro para crear una obra de arte de alta calidad o un producto muy detallado. Es la palabra «obra» la que subraya el concepto de «rico en detalles», quizás incluso un «esfuerzo continuo» en la formación y el pulido de un producto final. 

Para un cristiano, ser obra de Dios significa que somos como una escultura, una pieza musical, un cuadro o un mueble ornamentado. Algunos de ustedes pueden imaginar una herramienta precisa. Aquellos de nosotros que creamos estas devociones podemos aspirar a crear ensayos inspiradores como nuestra «obra». 

No podemos leer mucho del Génesis sin recordar que incluso nuestra concepción original en el vientre de nuestra madre —fuimos creados a imagen de Dios y éramos agradables a Dios porque espiritualmente nos parecemos a nuestro creador—. Sus huellas están por todas partes, lo que nos hace distintos en el panorama de todas sus creaciones. 

En el momento de nuestra creación, comenzamos una danza intrincada y distintiva con el Espíritu Santo y con nosotros mismos para convertirnos en la persona que hoy se sienta al otro lado de mi teclado leyendo este ensayo. Como cristianos, siempre estamos tratando de descubrir los detalles de quiénes somos en Cristo, dónde estamos en comparación con dónde Él quiere que estemos. Cada día, incluso cada hora, Él ajusta las circunstancias de nuestra vida y los retos que se nos presentan para integrar nuestros esfuerzos en el descubrimiento y la realización de su voluntad. 

Él tiene un plan de maduración que establece lo que necesitamos aprender, hacer o dejar de hacer, a quién quiere que toquemos y las acciones que debemos tomar para progresar en la construcción del reino de Dios. No siempre es fácil discernir la voluntad de Dios, pero siempre es sorprendentemente santa, si prestamos atención, miramos con suficiente atención y cooperamos con ella. 

Dios todavía nos está creando a su imagen. Realmente somos una obra en progreso. Solo hay que mirar a nuestro alrededor para ver que Dios ha creado muchas obras de arte estáticas, pero nosotros no estamos entre ellas. Nuestra santificación, nuestro pulido, es un viaje constante de descubrimientos asombrosos, disciplina y crecimiento. Como obra de sus manos, nosotros, sí, incluso tú, somos una obra maestra en movimiento.